Confianza en El Escenario

Por: Laura Lozada A.

La confianza nos puede llevar a realizar muchas hazañas, a alcanzar objetivos, a mover masas de gente. Es un sustantivo que revela tranquilidad y hasta cierto punto, un sentimiento de paz. Sin embargo, ¿qué tan propensos somos a tener confianza en nosotros mismos y a contagiarla a los demás? ¿Qué factores nos empujan a creer que la tenemos? Es claro que las maneras para abordar este tema son innumerables y es por eso que elegí una manera que me es muy familiar: la confianza como protagonista en El Escenario.

Desde pequeña me entrenaron para subirme a un escenario… ¿Quién no ha sufrido la típica actuación de nido por el día de la madre o por Navidad? Mientras unos se la pasan llorando e inmóviles, hay otros que rápidamente se roban el show. ¿Podría ser esto un avance de quiénes serán destacados dentro de la sociedad en el futuro y quiénes no? Tal vez sea un poco temprano para juzgar a estos niños, pero la desinhibición que tienen para estar en El Escenario ya es motivo a considerar.

Al inicio de la adolescencia ni qué decir, ahí nadie nos puede obligar nada. Así fue como juré que nunca volvería a subirme a un escenario a cantar pero como la mayoría de determinaciones a esa edad, tratando de ser fuertes y temerosas imitando madurez, se desvaneció en cuanto pisé un estudio de grabación. Mi frágil determinación había sucumbido pero no podría decir lo mismo de la confianza en la que me sentía cuando hacía música. Confianza que nacía al saber que podía hacer algo bien, entonces se convertía algo de lo que me sentía cómoda hacer y consecuentemente podía darme un grado de confianza que me permitía subirme al escenario.

Sin embargo, con esto no quiero negar que alguna vez tuviera miedo o que me olvidara la letra de una canción en medio concurso. Recuerdo claramente como una profesora de canto me decía que tenía que irradiar lo que sentía al cantar la canción, tenía que tener confianza en mí misma y que todo iba a salir muy bien; la verdad no podía más que preguntarme a mi misma cómo diablos iba a hacer eso si me sentía tan nerviosa. ¿Qué tan creíble tenía que ser para que los demás se dieran cuenta de lo que estaba haciendo? Hoy entiendo que la confianza tiene mucho que ver con la credibilidad. Están tan ligadas en nuestras relaciones unipersonales como en las interpersonales. Cuando alguien está parado en el escenario dando un discurso es necesario que sea creíble para ganarse la confianza de los demás. Cuando alguien está en cualquier escenario de la vida indudablemente necesita señales que reafirmen sus acciones. Después de todo no sólo basta la confianza en nosotros mismos, también la confianza de los demás hacia nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para empezar,felicitarle por la fortaleza de realizar un artículo siendo usted la protagonista y brindarnos un claro ejemplo.
Además estoy de acuerdo con lo que dice; pero debo "confiar" en esta página?
A mi parecer la confianza se crea, se va construyendo y desarrollando a mediada que pasa el "tiempo" . Una casa sin base tiende a caerse en cualquier momento; y las relaciones interpersonales sin confianza suelen romperse. Tarde o temprano; pero sucede.
Aprendí algo nuevo hoy: Fortalecer la confianza en mi misma e irradiar confianza a los demás y sobre todo dar lo mejor de mí en cualquier "escenario".
Hasta pronto y le deseo muchos éxitos.